DESENTRAÑANDO A MESSIAEN (IV): RITMOS

RITMOS RETROGRADABLES Y RITMOS NO RETROGRADABLES

La retrogradación es una técnica contrapuntística que consiste en leer una línea de derecha a izquierda, cuando lo normal es leerla de izquierda a derecha. Esto da lugar una nueva línea melódica.
Cuando una melodía se lee igual en ambos sentidos, se denomina palíndromo y se trata de una melodía no retrogradable (dado que su retrogradación es idéntica a su estado original).


Lo mismo ocurre con el ritmo. Un ritmo que es diferente interpretado en un sentido o en otro es retrogradable, mientras que un ritmo que es idéntico en ambos sentidos es no retrogradable.

Messiaen hace una analogía entre los modos de transposición limitada y los ritmos no retrogradables:

Los modos no pueden transponerse más allá de un número de veces (ya que resultan en escalas equivalentes), los ritmos no retrogradables no se pueden leer de forma diferente en sentido inverso ya que resultan equivalentes.

Lo modos se pueden dividir en grupos de notas simétricas, los ritmos no retrogradables tienen también grupos simétricos retrógrados.

¿Pero cuál es el efecto musical que conseguimos con esto? Desde luego, al oyente no le interesa al escuchar una interpretación si un ritmo es o no retrogradable. Sin embargo, retomando las palabras de Messiaen, el efecto de ubicuidad tonal debido a la no transposición de los modos y el efecto de un discurso rítmico único no retrogradable dan lugar a una experiencia diferente, a una sensación de movimiento progresiva.
Dicho de otra manera: en la música tonal las estructuras de todo tipo (armónicas, melódicas, rítmicas) se repiten bien en su forma original o en formas derivadas. Los modos de transposición limitada (como veremos en las entradas correspondientes) evitan que la jerarquía tonal se ejecute constantemente. Los ritmos no retrogradables evitan que se perciba una relación constante entre los motivos y frases, permitiendo un discurso más libre y cercano al habla (o por ejemplo al canto de los pájaros, que tanto explotó Messiaen).


Dos ejemplos de ritmos no retrogradables del propio Messiaen:


Ejemplo:

Esta frase está construida utilizando el Modo 1 (escala hexatónica de tonos enteros).
En el pentagrama superior (man derecha del piano) tenemos un motivo compuesto por tres corcheas y una negra. Este motivo aparece a continuación aumentado mediante puntillos. En la segunda parte de la frase, los motivos rítmicos están expuestos al revés (retrogradados). Vistos así, se trataría de un patrón rítmico retrogradable. Sin embargo, al introducir un valor central (corchea con puntillo) convertimos todo el conjunto en simétrico y, por tanto, no retrogradable, dado que tocado del revés sonaría rítmicamente igual (cuidado, estamos hablando de ritmos, no de melodías simétricas).

En la mano izquierda ocurre algo similar. Hasta el centro de la frase el patrón rítmico sería retrogradable, es decir, tocado del revés, sonaría diferente rítmicamente. Pero al introducir un valor central (silencio de corchea) el conjunto se ha vuelto no retrogradable porque tocado del revés es rítmicamente idéntico.





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