EL PRINCIPIO DE LA FRASE (I)

En esa serie de entradas vamos a detallar algunos puntos que conciernen a una buena construcción de una frase musical en sus tres partes: inicio, sección media, cadencia.
Todo esto está pensado en un ámbito clásico o romántico y tonal. Aunque es extrapolable a casi todo.
Usaremos ejemplos para piano o con un instrumento melódico más acompañamiento, pues básicamente es aplicable a todo tipo de conjunto de instrumentos.


EL PRINCIPIO DE LA FRASE



No empezar todas las partes a la vez.

a) Cuando la melodía empieza en tiempo fuerte. Muchas veces suena bien empezar todas las voces simultáneamente, pero en algunos casos es mejor retrasar la entrada del acompañamiento.

  • Cuando la primera nota de la melodía es larga y/o cuando las dos primeras notas de la melodía pertenecen al acorde de tónica.


  • Cuando el inicio de la composición toma un carácter imitativo (canónico o semicanónico).


b) Cuando el comienzo es en anacrusa. En este caso, la anacrusa no se armoniza, y es un buen criterio el usar el motivo de la anacrusa en el acompañamiento, bien completo si es posible, o incompleto.


No empezar siempre con el acorde de tónica

Existe una tendencia a comenzar la frase con el acorde de tónica en posición fundamental, pero puede resultar elegante:
  • Empezar por acorde distinto al de tónica
  • Empezar con el acorde en posición no fundamental
  • Empezar con el acorde incompleto







Son composiciones, no ejercicios de armonía.

Deben sonar como tales composiciones, no ejercicios de armonía. En este sentido el error más frecuente es armonizar la melodía como si fuera una coral, recurso que debe reservarse para las corales o cuando deliberadamente se quiera dar ese efecto. Armonizar la melodía en bloques de acordes ofrece un mal resultado, pero cuando además se hace con la melodía se compone de notas de distinta duración es "imperdonable".




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