LA CADENCIA FINAL

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El principio de la frase (I)

El principio de la frase (II)


Schumann dijo que si uno escribe un buen comienzo en una composición, el resto es fácil...
Pero debería haber añadido: "excepto el final".
El grueso de una obra parte del trabajo sobre el comienzo de la misma, pero el final debe estar bien pensado porque puede arruinar todo el resto.
Por tanto, vamos a incidir en algunas ideas para escribir buenas cadencias.

Evitar "recrearse en la tónica".

En ocasiones el final requiere establecerse y permanecer en la tónica durante unos segundos. Pero hay dos maneras de hacerlo:
  • Una manera empobrecida donde no hay movimiento, donde las progresión armónica vuelve una y otra vez a la tónica, sin imaginación, en una palabra.
  • Una manera rica donde esos segundos finales tienen carácter propio, con progresiones más interesantes y movimientos melódicos y/o rítmicos distintivos.
Veamos un ejemplo en el que se ilustran ambas posibilidades. 
En la primera secuencia cadencial hay notas mantenidas durante cuatro compases (no otra que la tónica Eb), los acordes vuelven a la tónica (Eb o relacionados como el Eb7, Cmin6).
En la segunda versión hay mucho más movimiento melódico, incluso la voz del alto cruza a la soprano en el final, lo cual no me parece mal en la música instrumental con un fin concreto. La armonía es más variada que en el primer ejemplo.

Podríamos decir que en la primera versión, en la cadencia estamos prologando una "agonía", mientras que en la segunda versión estamos extendiendo la vida de la música.


Evitar la nota dominante demasiado pronto en el bajo.

Si en una cadencia permitimos que suene la nota tónica (en cualquier acorde) y no hay después otros acordes y notas en el bajo, estamos anticipando la conclusión y el efecto se ve debilitado.

Comparemos estas dos versiones cadenciales: en el primer caso suena el Sol en bajo en el segundo y tercer compás (a una octava, pero la misma nota). En el segundo caso se ha corregido con una progresión Am7 - D7 - G7 - C, de forma que entre el primer Sol y el segundo hay una nota intercalada (La) y una armonía más rica.



Evitar anticipadamente en el bajo un movimientofuerte sobre la tónica.

Los movimientos fuertes a los que nos referimos son:
  • Cuarta ascendente: fundamental del dominante a fundamental de la tónica.
  • Semitono ascendente: sensible (tercera del dominante) a fundamental de la tónica.

Ocurre algo similar al apartado anterior. Si anticipamos la cadencia perfecta, o una que se le aproxime, estamos anticipando la rotundidad del final.

Comparemos estas dos versiones donde en la primera hay un movimiento en bajo F# - G (sensible tónica) que es potente y distrae de la cadencia final. En la segunda versión se ha corregido colocando en el bajo otras notas de los acordes (A - B).


Repetición del motivo inicial en la cadencia final.

No es raro que usemos este recurso, es decir, terminar la melodía tal como empezó, como parte del principio de "repetición" en música. Pero este principio no va solo, implica "repetición y variedad". Por esto, cuando se de este caso en que repetimos exactamente (sin trasponer) el motivo inicial, para que no sea exactamente igual, recurriremos a armonizarlo de manera diferente.

Veamos este ejemplo en el que el motivo de la melodía del prinicipio (voz superior) se repite en la melodía al final exactamente igual. Pero observemos cómo se ha cambiado la armníz y, por tanto, el resto de voces de acompañamiento. (Nota, se ha dejado una parte de la melodía "desnuda" sin acompañar, es un recurso que explicaremos en la entrada sobre la parte media de la frase.




Final de la melodía simple.

Cuando la última parte de la melodía es simple (poco movimiento, poco salto), es buena idea hacer que el resto de voces tomen parte interesante dándoles actividad melódica o rítmica.

Veamos dos soluciones sobre la misma melodía


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