MÚSICA ATONAL (XIV) - ARMONÍA: LAS SERIES


Hemos analizado la armonía desde un punto de vista vertical, pero las series pueden utilizarse también de forma horizontal (melodías) para formar conjuntos armónicos. Cuando se utilizan las series desde un punto de vista estrictamente vertical la libertad es mucho mayor. Muchas veces, como ya se ha señalado en otras ocasiones, deberemos recurrir a cierta manipulación serial para conseguir los efectos deseados.


Revisaremos diversas maneras de emplear las series en la formación de acordes. Para ello utilizaremos una serie de Webern:



Las distintas posibilidades son las siguientes:
A) Armonía resultante de la serie utilizada en un orden estricto descendente.
B) Armonía resultante de la serie utilizada en un orden estricto ascendente.
C) Armonía resultante de ordenar la serie en segmentos horizontales: primera voz (1, 2, 3), segunda voz (4, 5, 6), tercera voz (7, 8 , 9), cuarta voz (10, 11, 12).
D) Armonía resultante de ordenar la serie por segmentos verticales libres: los acordes son los mismos que en A y en B pero ordenados libremente.
E) Armonía resultante de ordenar la serie por segmentos horizontales libres.
F, G, H) Armonía resultante de ordenar la serie libremente. Escuchemos el resultado:







Análisis:

Los ordenamientos estrictos de la serie en sentido vertical (A y B) producen una armonía no muy satisfactoria, con momentos de tensión muy fuertes.

Los ordenamientos horizontales (C) dan como resultado algunos acordes totalmente tonales: el primer acorde es un F9, el segundo acorde un F#(add11)...
El ordenamiento libre produce un mejor resultado porque las disonancias se han separado (D) o bien las voces inferiores resultan más armónicas (E).
Con el ordenamiento libre de las series (F, G, H) los resultados que se obtienen son los deseados por el compositor: en F la armonía es más bien cromática convencional, en G hay un equilibrio entre lo tonal y lo atonal, en H hay mayor grado de tensión.


Otra aproximación es la armonía que se produce al combinar varias formas de la serie en un sentido horizontal, lo cual se puede hacer de tres maneras:
Escritura homofónica: las distintas voces discurren de forma paralela, con la misma duración en las notas.
Cada voz consiste en una transposición de la misma versión de la serie: aunque el resultado suene bien, realmente estaremos escribiendo una música cromática y no atonal; además se producen muchas relaciones falsas de octava y el paralelismo durante un periodo prolongado da lugar a la monotonía.
Cada voz consiste en una forma diferente de la serie: también se producen octavas, falsas relaciones de octava y un flujo armónico deficiente. Una manera de solucionar estas adversidades consiste en diseñar la escritura homofónica como múltiples paralelismos que se mueven en direcciones opuestas, usando distintas transposiciones de las series siendo precisa alguna manipulación de la serie en ocasiones..

Escritura contrapuntística (se abordará en una unidad posterior del curso):

Contrapunto estricto: los problemas son similares a los de la escritura homofónica. La manera de solucionarlo es recurrir a algún tipo de manipulación serial en la que se omite alguna nota en alguna de las voces (procurando reintroducirla lo más pronto posible).
Contrapunto libre: en este caso los problemas son fácilmente evitables, ya que las voces no deben disponerse en una imitación estricta.
Melodía y acompañamiento: la melodía utiliza una forma de la serie y el acompañamiento utiliza otra forma de la serie. Aunque esta forma de composición evita en gran medida los problemas antes mencionados, también será necesario recurrir a alguna manipulación serial: la melodía quedaría intacta y las modificaciones se realizan en la parte de acompañamiento. Finalmente, comentar que el control del equilibrio armónico se puede conseguir añadiendo una parte atonal libre. Aunque no entre dentro de la práctica serial en un sentido estricto, es posible componer una o dos voces o partes siguiendo el criterio del serialismo y después añadir una parte libre en un registro superior o inferior (preferiblemente) que unifique la pieza en un discurso armónico atonal (se profundizará sobre esto en el capítulo del atonalismo libre).

Veamos algunos ejemplos desarrollando la serie de Webern del principio de esta entrada:



Desarrollando una armonía homofónica basada en distintas transposiciones de la misma serie observamos que el discurso es más bien cromático y que hay varias falsas relaciones de octava (señaladas con líneas):




Desarrollando una armonía homofónica basada en distintas formas de la misma serie observamos que hay varias falsas relaciones de octava, incluso octavas (do# en la última nota del segundo compás): 
 

Desarrollando una armonía homofónica basada en paralelismos en movimiento contrario el resultado es más satisfactorio:



Desarrollando una armonía basada en contarpunto usando distintas formas de la serie, la serie R4 ha tenido que ser manipulada (cambiar el orden de las notas) para evitar octavas y falsas relaciones de octava:


Comentarios