DESARROLLO MOTÍVICO (II)

¿Cómo podemos desarrollar los motivos?

Esencialmente, variando los parámetros que lo conforman: ritmo, armonía, intervalos.

Vamos a partir de dos motivos sencillos:

  • Motivo 1: escala del acorde de Fa mayor ascendente tres notas negras y acaba un tono arriba en una nota más larga, blanca.
  • Motivo 2: Escala en corcheas descendente en C7 acabando en nota negra igual a la última.




Secuencia: supone la transposición del motivo un intervalo hacia arriba o hacia abajo. Si ajustamos el motivo a la armonía diatónica tendremos una secuencia diatónica. Es decir, aunque tengamos que variar algún intervalo entre notas, se mantiene la forma del motivo y se ajusta a la tonalidad. Si la secuencia es exacta en cuanto a los intervalos entre notas es una secuencia tonal y muchas veces conduce a la modulación.

Inversión: es el motivo invirtiendo los intervalos entre notas, los que eran ascendentes son descendentes y viceversa. Igualmente, si deseamos permanecer en la tonalidad, los intervalos pueden no ser equivalentes en el motivo inverso respecto al de referencia, ajustándonos entonces a la escala de la tonalidad.

Retrogradación: es el motivo desde atrás hacia adelante.

Aumentación: supone incrementar la duración de las notas. Puede ser al doble, cuádruple, pero también puede ser en proporciones como 1/3.

Disminución: al contrario, se acortan las duraciones de las notas del motivo.

Fragmentación: uso de parte del motivo, de forma incompleta.

Cambio de modo: pasar del modo mayor al menor, o viceversa.

Cambio de compás: manteniendo la melodía, variamos la percepción rítmica.

Variaciones rítmicas: cambios en la duración de algunas notas del motivo.

Todos estas técnicas, además, se pueden combinar entre sí, con lo que las posibilidades son muchísimas. Además, no es necesario "encorsetarse" exactamente en ellas, podemos añadir notas, suprimir, variar algunos intervalos, ornamentaciones y adornos, etc...

Lo importante es que el desarrollo motívico nos permite dar cohesión a nuestra frase y a la composición en general, a la vez que estamos reforzando al oyente mediante repetición las partes notorias, pero sin llegar al aburrimiento porque no estamos repitiendo exactamente lo mismo.

Analicemos una frase muy conocida y veamos cómo John Williams la logra solo con las variaciones del motivo inicial:



El motivo inicial lo componen una corchea con puntillo y semicorchea en anacrusa, con tres notas en movimiento contigo y un salto de cuarta ascendente.



En la primera variación hay dos cambios respecto al motivo original. La primera es que todo se ha transpuesto un paso diatónico abajo dentro de la tonalidad de Fa mayor (secuencia). El segundo es que la tercera nota es más larga, eliminando la cuarta nota.



En la segunda variación se mantiene el ritmo original. La secuencia se ha trasladado hasta Do y el salto cambia de una cuarta al tritono.



En la última variación la secuencia sube hasta Re y en la segunda parte del motivo se cambia el salto por una prolongación del movimiento ascendente por grados contiguos en negras.




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EJEMPLO

Vamos a analizar la primera parte de uno de los ejemplos utilizados en las entradas sobre modulación.
En distintos colores se han resaltado los principales motivos (sólo en la mano derecha con la melodía)  que se presentan en distintas variaciones. Sin embargo, lo que me interesa destacar es que en los compases 6-7-8, toda la frase completa es una inversión de la frase inicial. Con esto quiero destacar que con unos buenos motivos, y sometiéndolos a algunas variaciones, podemos completar nuestras secciones: repetición y variación.




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