CONTRAPUNTO (II). INTERVALOS, CONSONANCIA Y DISONANCIA.

CONSONANCIA Y DISONANCIA

Hacen referencia al grado de relajación o tensión, respectivamente. Sin embargo, según los diferentes estilos cronológicamente hablando, estos niveles de estabilidad han ido cambiando.
El intervalo es la distancia entre dos tonos. En la época Medieval, se consideraban consonantes el unísono u octava y la quinta perfecta así como la cuarta perfecta, sin embargo la tercera y la sexta se consideravan imperfectas y más disonantes. Con el Renacimiento y el Barroco esto cambiaría y la consonancia se buscaba más en la tercera y sexta.
El intervalo de segunda / séptima es considerado estable en muchas músicas folclóricas, pero disonante en la música occidental clásica.
Si queremos escribir música a la manera del Barroco tendremos que seguir todas sus reglas, pero en una pieza contemporánea no se aplicarán de igual manera.


Ejemplo de contrapunto Barroco.


Ejemplo de contrapunto disonante según el patrón del clasicismo.

INTERVALOS


También podremos anotarlos de esta manera:

Ordenados de más consonante a más disonante (en el período comprendido entre c. 1300 - c. 1900):

El contrapunto del período florido se basa en las terceras y sextas, quintas, unísonos y octavas como intervalos consonantes. El resto de intervalos pueden utilizarse en partes débiles y como notas ajenas al acorde.

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