MÚSICA ATONAL (VI): LA MELODÍA Y EL ASPECTO RÍTMICO



Como hemos apuntado en clases anteriores, la composición atonal puede retener características de la melodía tradicional. No es algo que se deba ni evitar ni buscar, es una preferencia del compositor. De hecho muchas obras de Schönberg (último período), gran parte de la obra de Alban Berg, incluso de algunos posteriores como Dallapicola, tienen esta característica de un modo buscado.

La música atonal se puede emplear de muchas formas, y no hay problema alguno, en virtud de la creatividad y expresión, en combinarla con técnicas tradicionales.

El factor principal que distingue el carácter melódico (tradicional o no tradicional) es el ritmo: en una composición atonal, el ritmo, aunque sea fundamentalmente repetitivo, puede tener reminiscencias de la melodía tradicional. Una de las características de la melodía tradicional, que puede usarse en la atonalidad, es la repetición de una o varias células rítmicas (y sus derivaciones: aumentar el ritmo, disminuirlo...).

La conclusión principal es que si un melodía se escribe con patrones rítmicos tradicionales (reiterados y constantes), tiende a retener su caracter tradicional, incluso aunque los intervalos entre notas se deriven de una serie.

Dicho de otra manera: en la música atonal las notas permanecen invariables (en el formato de la serie), la diversidad la proporcionan los distintos patrones rítmicos. Es decir,  es la serie la que proporciona identidad y unidad a la música y no la configuración rítmica, que es cambiante. Por supuesto, estas normas no deben tomarse de manera absoluta, entre una melodía típicamente tradicional y una no tradicional hay un espectro amplísimo por explorar.


Veamos un ejemplo.
   
En la primera versión, la frase utiliza patrones rítmicos cambiantes para exponer la melodía basada en una serie.
La segunda versión conserva las dinámica y ritmos de la anterior, ajusntando las notas a una tonalidad (Bb mayor).
La tercera versión es tonal pero con los ritmos originales.
La cuarta versión es típicamente tonal con la melodía ajustada y los ritmos suavizados.

Observamos que la versión 2 se acerca más a la impresión de atonalidad por conservar esos ritmos.



Ejemplo: 6 piezas pequeñas para piano de Schönberg (Pollini) 


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