DINÁMICAS

Las dinámicas acentúan la forma musical y dan forma a los motivos. Constituyen uno de los elementos básicos para la mayoría de composiciones, pero los compositores con frecuencia no sabemos cuáles son los momentos más adecuados para usarlas.

En general, el inicio de una pieza o nuevas secciones, y lo más alto y lo más bajo de un clímax son sitios apropiados para considerar un cambio dinámico. Otras posibilidades son el comienzo y final de frases cuando queremos indicar un cambio en el ambiente o un cambio sutil en la interpretación. También pueden usarse para suavizar una línea agresiva o hacer más lírica una línea agitada. Lo importante es elegirlas para clarificar una parte. La sobreutilización dinámica, como en cada nota, es algo que puede resultar confuso.

La dinámica puede usarse para hacer partes de soporte menos prominentes, pero debe usarse con cuidado en este caso. Los intérpretes tienden a hacer la melodía más prominente por lo que no es necesario acentuarla.

EL USO INADECUADO DE LAS DINÁMICAS

1. Dinámicas relativas. Algunos compositores escriben forte en la flauta mientras la trompeta simultáneamente está tocando en piano. Se hace porque la flauta no es tan penetrante y potente como la trompeta, y se quiere que la primera prevalezca. Parece lógico, pero resulta confuso tanto para el director como para la orquesta. Es mejor escribir pensando en la dinámica general del ensemble. Si hay un solo, sí tiene sentido una dinámica indicando más fuerte.  En general, si un pasaje va a tener una dinámica concreta, todos los instrumentos deben indicarse del mismo modo.

2. Dinámicas no intuitivas. No debemos olvidar que la música sigue unos "protocolos" cuando asciende y desciende. de forma natural, se incrementa el volumen cuando nos acercamos a la parte superior de una escala y se reduce cuando descendemos en la misma. Tenemos que tener presente este hecho a la hora de escribir las dinámicas.
Por tanto debemos evitar este tipo de dinámicas no intuitivas salvo por una razón de peso, y con un fin justificado. 
No es lógico, en general, hacer tocar pianissimo en una tesitura muy alta. 
Evitar aumentar el volumen al final de una frase, crea expectativas confusas.
No pretender reducir el volumen mientras se están añadiendo instrumentos.
Por supuesto hay excepciones a cada regla, especialmente si un descenso es una caída en una parte dramática y potente, en cuyo caso se requerirá fortissimo.

3. Dinámicas irreales. Si una pieza requiere que una trompeta toque un C5, no podemos esperar que lo haga de forma suave. Por supuesto que intérpretes de gran nivel pueden hacerlo, pero debemos considerar el tipo de orquesta y solista que tenemos.
En este sentido es adecuado mirara a la pieza en su conjunto en cuanto al nivel de dificultad. 

4. Emplazamientos extraños. Un compositor puede colocar un subito piano justo en medio de un pasaje en fusas rápido y con muchos saltos. Buscar siempre soluciones alternativas, quizá un segundo intérprete que retome la parte donde repentinamente se indica el quieto.
Evitar crescendo en melodías que no tienen espacio para que el interprete respire.


EL USO ADECUADO DE LAS DINÁMICAS

1. Énfasis climático. Junto con el ritmo y la melodía, las dinámicas crean el momento para una obra musical. Pueden contribuir a soportar el punto más álgido de una pieza, aumentando el volumen en le punto. Empezando suave y aumentado hacia el clímax se crea un ambiente más intenso. Generalmente se reserva el fortissimo o equivalente para la parte melódica más alta de una obra.

2. Entradas. Cada vez que el intérprete inicia una parte tras un silencio, puede ser necesario incluir una marca dinámica. Incluso si es la misma que teníamos previamente. Esto es especialmente importante en la música moderna, donde no hay referencias de cómo se interpreta cada compositor.

3. Ánimo, carácter y significado. Una composición que se marca como forte suele ser energética, majestuosa, etc. Por esa razón no tiene mucho sentido marcar una nana como fortissimo
El compositor debe asegurarse que sus dinámicas reflejan el ambiente de la composición. La dinámica puede cambiar drásticamente el significado de un motivo o frase o sección. Incluso si el ritmo y melodía son el mismo.

4. Crear tensión. Un aumento en la tensión suele acompañarse de unas dinámicas más fuertes y viceversa. Hay que encontrar, sin embargo, el equilibrio entre usar muy pocos cambios (que producen una música aburrida) y un exceso de ellos que haga perder el interés.
También es posible crear tensión disminuyendo la dinámica, dependerá de la naturaleza del resto de los elementos musicales.

5. Potenciar la Forma. Si tenemos una obra simple tipo ABA, se pueden usar diferentes dinámicas en la parte A y en la B. Esto enfatiza el inicio de cada sección.



-----------------  EJEMPLO ORQUESTAL CON DINÁMICAS --------------------






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