"ESCONDER" LA DISONANCIA

En cualquier lenguaje o sistema armónico la disonancia más potente es la segunda menor.



Este intervalo puede aparecer así o en otras formas. Todo va a depender si las notas forman parte del acorde o son tensiones más o menos forzadas, así como del tipo de voicing (disposición de las voces). Desde luego, si en vez de en forma de segunda menor aparecen como una b9 o 7ª natural, el efecto disonante será mucho menor.
Una manera de "disfrazar" esta disonancia y hacer que suene agradable sin perder su efecto sorpresivo y "picante" es envolverla en una consonancia. Es decir, colocar una nota encima y otra debajo que formen un intervalo consonante congruente con el acorde. El intervalo ideal es una sexta.


Veamos este ejemplo:


En la melodía hay intervalos, en rojo, que forman segundas menores, en la melodía. Primero G-Ab en compás 1, luego C-B en el compás 2, y de nuevo G-Ab en la conclusión.
En el compás 1 no suena muy desagradable, pero sí el intervalo C-B en el acorde de G7. Al final, el intervalo G-Ab en Cm está "arropado" por una sexta en las notas del bajo (C-Eb, o Eb-C), y suena mejor.

Vamos a escuchar y ver el efecto al aplicar lo anteriormente expuesto:

Ahora, con la disonancia G-Ab, hemos añadido en la parte superior C y en la inferior Eb, estas notas forman una sexta (Eb-C) del acorde. Lo mismo en el acorde final.
En el caso del compás 2 con la disonancia C-B, añadimos un Eb arriba (que es la b13 del acorde, tensión disponible) y un G en la parte inferior, formando una sexta G-Eb.
Como se puede apreciar, logramos suavizar estas disonancias y crear una pequeña atmósfera incluso impresionista con acordes que no quedan claro si son suspendidos o no (G7 con B y C), etc.



Esto podemos aplicarlo en nuestras composiciones, probablemente no de una forma masiva sino en momentos puntuales para crear esa atmósfera y un sonido diferente.

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Apliquemos el concepto a una composición.
Esta pieza para piano llamada Edom (Ciudad Roja) está basada en armonías mixtas por terceras y cuartas.
Exclusivamente en los compases 19 y 20 hemos aplicado este concepto, donde en los acordes que forman la melodía, las notas externar son un sexta, y las notas centrales un intervalo de segunda menor. Obsérvese que el mecanismo funciona incluso cuando hay fuertes disonancias con las notas del bajo.



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