COMPOSICIÓN (VI): PUNTUACIÓN

Ya se ha mencionado que la capacidad de atención humana es muy limitada, apenas unos segundos. No somos capaces de retener grandes cantidades de información a no ser que esté organizada jerárquicamente. La puntuación contribuye a esa estructura, haciendo que la música se articule y fluya, siendo más fácil de entender. De alguna manera proporciona información sobre dónde nos encontramos en la pieza musical y qué puede después.

¿Pero qué es la puntuación musical? Es un énfasis expresivo que afecta a una nota o a varias notas. No vamos a detallar ni definir todos los tipos posibles de puntuación, pero pueden realizarse a través de muchos elementos como la propia armonía, acentos (tenuto, marcato, ... forzando, sforzando), cambios de tempo, cambios de registro, etc...

De esta manera, aunque la puntuación se valora, en general, en términos de armonía, esto resulta insuficiente incluso en la música tonal. Si así fuera, toda progresión V-I sería una cadencia y no ocurre así. Una puntuación efectiva requiere coordinar al menos dos elementos de la música: por ejemplo melodía, ritmo, armonía, textura, dinámicas.

ASPECTOS MELÓDICOS

Las cadencias melódicas, normalmente, se caracterizan por líneas descendentes. Una línea ascendente implica una "pregunta", y es menos conclusiva. De todos modos también depende de la parte precedente, si el inicio de una frase es irregular, una cadencia en movimiento conjunto aunque la melodía ascienda puede sugerir el reposo.


Es raro que una nota al final de la frase entre en un registro totalmente distinto, si no se ha preparado puede sonar como un error. Esto se realiza aproximando con notas previas la nota final en registro grave o agudo:

 
La cadencia melódica también depende del tipo de escala-modo que usemos. A veces la cadencia será tradicional (modelo:cadencia perfecta), otras veces por semitonos como en algunas modales (frigia).

LA ARMONÍA

Ver fórmulas cadenciales tonales: Las Cadencias.
La cadencia más conclusiva es la que ocurre en la tónica, con clara dirección en el bajo con fundamentales. Cualquier otro tipo de cadencia en otro grado indica que hay algo más que va a venir...
Es frecuente la disonancia antes de una cadencia, ya que proporciona mayor grado de resolución en la consonancia final.
En la música no tonal, algunos elementos son similares. Por ejemplo, cualquier acorde (incluso clusters) sonará más conclusivo si bajo él hay una nota a una quinta o una octava de distancia. Otras veces se puede lograr la cadencia, en este entorno, disminuyendo la tensión armónica.
La relación contrapuntística entre el bajo y la melodía también tiene importancia cadencial. Un bajo por grados continuos que de repente concluye saltando con la confluencia melódica resulta en una cadencia potente.
El cambio en el ritmo armónico también anuncia una cadencia (puede ser un aumento del mismo o una disminución).


RITMO

Casi siempre, en la puntuación cadencial hay algún grado de "éstasis" rítmico al final, precedido o no por algún tipo de cambio en el ritmo (aceleración o deceleración). Los tiempos fuertes son más efectivos para terminar las cadencias.

DINÁMICAS

Para indicar una cadencia mediante dinámicas requiere cambiar las mismas respeto a la parte precedente de la frase. Es frecuente terminar la frase en diminuendo, aunque puede también hacerse en crescendo. A veces la cadencia termina de forma sorpresiva con un cambio dinámico, creando cierto suspense.

TEXTURAS Y TIMBRES

Los cambios texturales y de orquestación contribuyen a la puntuación. Adelgazar las texturas es una manera de crear un decrecendo. Cuando la textura y timbre permanecen estables durante un tiempo, un cambio en los mismos sugiere el inicio de una nueva frase.

En el siguiente ejemplo resolvemos la cadencia con un cambio textural y tímbrico. La frase principal queda adelgazada solo en la viola y en medio piano con decrecendo final y también "sul tasto" cuyo sonido es más apagado.

ELISION

Es un tipo de puntuación en el que la nota final de una frase también es el principio de la siguiente.


GRADOS DE PUNTUACIÓN

Cuando una obra es de una extensión considerable, se necesitarán más de un nivel de puntuación. Igual que en el texto tenemos las comas, punto y coma, punto, etc...., en la música necesitamos nivele parecidos. Esto ayuda a diferenciar las partes de una obra larga. Por tanto deberemos distribuir la potencia de las puntuaciones para establecer la jerarquía en una obra de este tipo.
Puede ser útil cuantificar el proceso, donde un grado 10 de puntuación es el final de la obra.
Por otro lado, cualquier pausa debe seguir invitando al oyente a continuar escuchando. Una técnica para mitigar el efecto de una cadencia (y no dar a entender falsamente que se ha acabado la obra) es usar elementos contradictorios: si en una cadencia las notas se reposan y alargan, podemos usar una cadencia deceptiva (V-VI) que no es concluyente.

EL SILENCIO

No nos referimos a pausas de respiración, etc... sino al cese intencionado de toda actividad musical con una finalidad dramática. En la música no tonal es un recurso frecuente para crear puntuación. Lo más importante es que la efectividad del silencio dependerá de su preparación. Si antes del silencio tenemos una parte que suena conclusiva, el silencio no servirá para nada, el oyente no esperará nada después, creyendo que se ha terminado la obra.
La forma efectiva de usar el silencio es asegurarnos de que antes hay algo que queda incompleto. En la música tonal puede hacerse mediante la armonía. En la música no tonal puede hacerse creando algún patrón que es repentinamente interrumpido por un silencio.

En este ejemplo observamos el efecto del silencio en el compás 3 (en el tresillo).

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