I = Re – Fa# - La = DII = Mib – Sol – Sib = EbIII = Fa# - La – Do# = F#mIV = Sol – Sib – Re = GmV = La – Do# - Mib = A(b5)VI = Sib – Re – Fa# = B b(#5)VII = Do# - Mi b – Sol = C#sus2(b5)
Como vemos, algunos de los acordes resultantes se salen de los habituales. Por este motivo, las funciones tonales se diluyen o se pierden:
II – V – I = E b – A(b5) – D.
Una primera conclusión de este hecho es que los sistemas armónicos (y melódicos) surgidos de estas escalas sintéticas o exóticas no debemos tratarlos como tonales en el sentido de que no vamos a disponer de acordes subdominantes, dominantes y de tónica.
Cierto que en el desarrollo de estas composiciones, puede haber momentos que rememoren dichas funciones, y probablemente unas escalas son más propicias a desarrollarse en un ámbito parecido al tonal.
Un segundo hecho importante es que de cualquier escala surgen tantos modos como grados tiene la escala. Y cada modo-escala forma en sí mismo un “mundo” armónico y sonoro en el cual el acorde de referencia como “reposo” o tónica será diferente, y como compositores, tendremos que ser capaces de “estabilizar” en lo posible la composición para que dicho acorde de tónica suene como tal, lo cual en ocasiones es complejo. Cuanto más dificultoso sea, proba-blemente la sonoridad de esa escala resulte más “extraña”.
Refiriéndonos al ejemplo anterior, tenemos 7 modos: Escala bizantina en Re:
Cada modo tendrá los acordes construidos por superposición de terceras:
La implicación de esto es que a partir de una escala, podemos montar dis-tintos sistemas armónicos (modos) según el grado que tomemos como punto de partida, de reposo o “tónica”. Algunos grados (y sus acordes) serán más propi-cios que otros para dar esa sensación de reposo que otros (como los aumenta-dos, disminuidos, suspendidos, etc.).
Muchas de estas escalas (= modos) no tienen nombres específicos (como los eclesiásticos) por lo que para definirlos sí que tendremos que referirnos co-mo “modo III de la escala bizantina en Re”: F#m – Gm – A(b 5) – Bb (#5) – C#sus2 (b5) – D – E b.
A su vez, este modo III es una escala por sí misma.
Es decir, podríamos partir de ella y denominarla como queramos: “escala X”.
A continuación, se expone esta escala bizantina en D con los acordes tríadas desarrollados y los distintos grados (acordes) en algunos de sus modos. Hay que mencionar que, en estos casos se recurre a enarmonías. Por ejemplo, Csus2(b5) no corresponde estrictamente a C# - E b – G, realmente es C# - D# - G.
Comentarios
Publicar un comentario
Envía un mensaje.