FAUXBOURDON Y CHOPIN

Recientemente expliqué en qué consistían las técnicas del Fauxbourdon, Faburden y Falsobordone, su origen y su momento de apogeo en la última parte de la Edad Media y el Renacimiento.

Estas técnicas no fueron nunca abandonadas, aunque tampoco utilizadas de forma tan frecuente como en aquellos tiempos. Así, es posible encontrar partes de obras de compositores posteriores (barroco, clasicismo, romanticismo) donde se utilizan.

Vamos a analizar dos ejemplos de Chopin donde utiliza el Fauxbourdon.

Recordemos que el Fauxbourdon consiste en tomar una línea principal (cantus firmus en su forma original, llamémosla melodía principal en otros contextos) y armonizar en acordes de sexta de forma paralela (un acorde tras otro).

Aquí tenemos el ejemplo de la entrada anterior:


El resultado es una sucesión de acordes paralelos en primera inversión, con ocasionales acordes de fundamental y quinta.

En el romanticismo chopiniano vamos a ver estos acordes verticales transformados en algo más adecuado al estilo, como los acordes arpegiados, pero la esencia, como veremos, es la misma.


IMPROMPTU OP. 29 EN LA BEMOL MAYOR


La técnica del Fauxbourdon aparece en el compás 15 (luego se repite):




Vamos a concentrar la parte que nos interesa: partimos en el compás 15 del acorde Ab que es la tónica. Desde aquí, hasta el compás 18 donde continúa en Db, hay una sucesión de acordes en primera inversión que se mueven por grados conjuntos, rimero de manera descendente Fb - Eb - Ebb - Db, para hacer una "bordadura" (Db) - Ebb - Db y continuar descendiendo C - B, nueva bordadura C - Cb (enarmónico de B) y Bb.

Esta progresión impacta cuando se ve, si no sabemos que está basada en el Fauxbourdon. Se sale de todo esquema funcional y parece más típico del impresionismo y sus acordes paralelos o del jazz (donde se aplicó igualmente el Fauxbourdon).

¿Por qué los acordes son como son y no otros enarmónicos más sencillos (Fb=E, Ebb=D, Cb=B=?
Aquí Chopin sigue la lógica en la que cuando los acordes o notas descienden, se utilizan bemoles, y cuando ascienden, sostenidos. Además de no tener acordes contiguos con la misma "raíz" que pueda confundir. Por esto, antes del Eb tenemos el Fb y no el E, para evitar E - Eb - .... Lo mismo entre Eb y Db coloca un Ebb y no un D, para respetar el orden descendente de bemoles.
¿Por qué en el compás penúltimo usa primero B y luego Cb? Porque entre C/E y C/E, el acorde es de bordadura y no se entendería bien que fuera el mismo C - Cb - C. Después, entre Cb y Bb, siguiendo la lógica de antes, coloca un Cb.
Todo esto, si no se conoce el origen y el por qué de esta secuencia y notación, puede volver "loco" a cualquiera que se ponga a analizar la pieza. Además de que comprender cómo está hecha ayuda a su interpretación.


Otra cuestión es que no tenemos los acordes en bloque sino arpegiados. Dado que todos son idénticos en estructura, tomemos el B/D# y C/E que resultan más sencillos:
Aunque los acordes están desplegados, la nota del bajo es la tercera del acorde.
Se van formando verticalmente en la primera nota de los tres pares de cada acorde el intervalo de 6ª entre 3ª y 1ª (fundamental), las segundas notas son la fundamental debajo y una nota cromática de paso que es la 5ª disminuida; este intervalo forma un tritono (Si-Fa) que resuelve en la nota F# en octava de una forma muy potente (por santo de 4ª descendente en voz inferior y semitono ascendente en voz superior), equivalente a una cadencia perfecta. 
Esto se repite en cada acorde de forma idéntica. Para finalmente resolver en Db y continuar con otra progresión.


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Analicemos ahora el Vals en Mi menor op. póstumo, donde enconramos el fauxbourdon en dos ocasiones.



Encontramos una secuencia en fauxbourdon en la primera parte, tras la introducción y primera frase, los acordes marcados en azul forman un progresión de este tipo. La secuencia ("encorchetada" en azul) se repite dos veces donde los primeros acordes C/E - B/D# - Bb/D - A/C# forman el fauxbourdon típico, continuado de una progresión cadencial Am/C - Em/B - B - Em.
Seguidamente, encorchetado en rojo, Chopin coloca una progresión en sentido opuesto de los bajos (ascendente) desde D#, pero ya no es un fauxbourdon, dado que algunos acordes no son de primera inversión sino en posición fundamental o con la quinta en el bajo. 

En el final de la pieza hay otra secuencia de este tipo F/A - F#/A# - Em/G. Para después continuar con la coda.

En ambos casos, los acorde están arpegiados, desplegados y con notas auxiliares. Pero la esencia del fauxbourdon está ahí, y es la que explica las secuencias.

Son ejemplos muy bonitos de cómo se pueden integrar este tipo de recursos antiguos en composiciones de otro estilo.







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